Grado 7 I.E.D. LA TOSCANA
Docente: Jairo Arturo Infante Bonilla
Área: Sociales
Semana: del 5 al 10 de julio de 2021
APRENDE EN CASA
TEMA: el Cristianismo
Guía 7
EL
CRISTIANISMO
El pueblo hebreo se podía dividir en dos grandes partidos:
los saduceos y los fariseos. Los saduceos eran los nobles, la casta política y
sacerdotal dominante y que tras la llegada de los romanos procuraron estar de
su parte por propia conveniencia, no creían en una vida después de la muerte.
Dios premiaba las buenas acciones en esta vida y si ellos eran poderosos
y ricos era por simplemente porque ése era el deseo de Dios. El pueblo no
los apreciaba por su sumisión a Roma que suponía anteponer las costumbres
romanas a las judías.
El partido de los fariseos estaba compuesto por la pequeña burguesía y
los comerciantes, creían en una vida tras la muerte, estaban mucho más cercanos
al pueblo y trataban de conservan la esencia de las tradiciones judías y sus
ritos. Procuraban no mezclarse con los “gentiles” que no pensaban como ellos
para preservar la pureza de sus creencias.
Imperio romano: El
triunfo del Cristianismo
Por eso la llegada de aquel nuevo
predicador judío llamado Josué, enfureció tanto a fariseos como a saduceos.
Jesús decía abiertamente a sus seguidores que no debían parecerse a unos ni a
otros. A los fariseos, a los que llamó “sepulcros blanqueados”, por ocuparse
solamente de cumplir los ritos y olvidar el amor que todos debían tener hacia
sus semejantes y a los saduceos por su falta de creencia en que Dios
recompensaba sus buenas obras en la otra vida y por su entrega al poder romano.
Sus enseñanzas sencillas tan cercanas al pueblo que hablaban del amor de
Dios, de amar al enemigo y de perdonar “hasta setenta veces siete”, le
granjearon numerosos seguidores. Hasta entonces la idea de Dios para los judíos
era la de un ser poderoso, cruel y vengativo que sólo miraba por el
pueblo de Israel, el pueblo elegido. Pero Jesús decía que Dios amaba a todos,
judíos o gentiles y eso era inaceptable.
Temerosos de que creara un nuevo y poderoso “partido político” que disminuyera su poder ya que sus seguidores aumentaban peligrosamente de día en día, saduceos y fariseos se unieron por una vez y lo acusaron de sedición ante los romanos. La oposición al poder romano era una acusación muy grave castigada con la muerte, así que Jesús fue crucificado cuando Poncio Pilatos era el gobernador de Judea como un vulgar delincuente. El imperio romano dominaba entonces gran parte del mundo conocido, desde Europa hasta Asia y norte de África.
Su poder era indiscutible y había comenzado 39 años antes del
nacimiento de Jesús con el primer emperador romano, Octavio Augusto, que
dominaba su imperio con mano de hierro y que logró imponer en sus territorios
la Pax Romana, un periodo de paz que promocionó un gran auge
del comercio, una pax rota de vez en cuando por la insurrección de algún
país dominado, como Judea.
En el año 70 d.C, los judíos se rebelaron. Tito, el hijo del emperador
Vespasiano, marchó contra ellos y destruyó Jerusalén y el segundo
templo que Herodes el Grande había reconstruido, también Masada fue
tomada y destruida ( Herodes era judío de religión pero no de raza ya que era
idumeo, a pesar de su conocida crueldad rayana en la locura, fue un gran constructor,
no sólo reconstruyó el Templo de Jerusalén, también edificó la ciudad de
Cesárea, la impresionante fortaleza-palacio de Masada y Herodión,
su tumba)
Tras la derrota más de un millón y medio de judíos fueron
masacrados o vendidos como esclavos. Los que pudieron escapar marcharon a
otros países constituyendo la primera diáspora y los saduceos desaparecieron ya
que su poder político ya no le era necesario a Roma.
En el año 135 los judíos volvieron a rebelarse. Adriano como
venganza eliminó la provincia romana de Judea y anexionó sus
tierras a la provincia romana de Siria Palestina prohibiendo a lo
judíos su entrada en Jerusalén. Adriano tenía una educación helenística y
algunas costumbres, como la circuncisión, le parecían propias de
pueblos bárbaros.
Muchos de los desolados seguidores de Jesús también habían
abandonado Judea tras la muerte del Maestro y se habían esparcido
por todo el mundo conocido llevándose con ellos aquella nueva forma
de pensar que llamaron cristianismo (seguidores de Cristo) y que muchos
gentiles adoptaron.
Los cristianos no siempre fueron bien tolerados a pesar de que los
romanos aceptaban sin prejuicios otras religiones, allí estaba todo el
panteón romano y griego, la religión egipcia, la religión mitraica de origen
persa que adoraba al sol y a la que muchos militares pertenecían y los
zoroastristas entre otros, todas las religiones convivían en armonía en
el imperio romano.
Pero los cristianos tenían un problema importante: no aceptaban la idea
de que el emperador era el máximo representante político y religioso y por lo
tanto debía ser adorado como una divinidad, para ellos sólo había un Dios
y el emperador no era sino un hombre, así que fueron perseguidos y muchos de
ellos murieron de una forma brutal por no renunciar a sus ideas. Fueron
encarcelados, crucificados o usados en los juegos circenses para ser devorados
por las fieras o asesinados por los gladiadores y sus bienes pasaron al erario
público. Contra todo pronóstico la sangre derramada de aquellos mártires
lejos de acabar con el cristianismo ayudó a su pervivencia.
Algunos de sus seguidores trataron de escribir lo que se podría llamar
una biografía sobre la vida de Jesús para que su doctrina no se olvidara, pero
para entonces habían transcurrido más de cien años de su muerte y
ninguno de aquellos bienintencionados escritores había
conocido personalmente a Jesús, es muy probable que muchos hechos de su
vida se hubieran magnificado o contado sus enseñanzas a modo de “parábolas”,
narraciones muy del gusto oriental que acababan con una sentencia
moral para adoctrinar a los oyentes. Estos escritos se llamaron
Evangelios ( buena nueva) y había 270 de diferentes autores, algunos muy
diferentes entre sí.
El imperio romano también había cambiado, tras la muerte de Teodosio el
imperio se había dividido( aunque sólo a efectos administrativos) en el imperio
romano de Oriente y de Occidente. En el año 306 Flavio Valerio Aurelio
Constantino, fue aclamado emperador de Occidente por sus tropas tras la
muerte de su padre Constancio Cloro que en aquel momento estaba luchando contra
los pictos en Britania. Constantino estableció su capital en Mediolanum (Milán)
Comenzaron entonces unos años de luchas entre los diferentes candidatos
al poder, de forma que en el año 310 había nada menos que siete augustus, pero
las luchas entre ellos los redujeron a tres: Majencio, Constantino y Licinio.
Dos años después Roma nombró emperador a Majencio así que Constantino y
Majencio se enfrentaron por el mando de Occidente en la batalla del Puente
Milvio y Constantino fue el vencedor, durante la batalla Majencio cayó
al Tiber y se ahogó, había reinado durante seis años.
Aunque Constantino atribuyó su victoria a un milagro del dios
cristiano la verdad era que Majencio tenía un ejército muy inferior al de
Constantino, apenas contaba con sus pretorianos, Roma estaba escasa de dinero.
Ahora sólo quedaban Constantino como emperador de Occidente y Licinio, que era
su cuñado, como emperador de Oriente
En el año 313 Constantino y Licinio promulgaron el Edicto de Milán
por el que se prohibía perseguir a los cristianos y a otros grupos religiosos
minoritarios. Pero los cristianos no eran ya ni mucho menos un
grupo minoritario. Existían en el imperio 1.500 sedes episcopales y unos seis
millones de habitantes de los cincuenta con que contaba el imperio
practicaban el cristianismo.
Sin embargo este edicto de tolerancia no fue respetado en numerosas
ocasiones y los cristianos siguieron siendo perseguidos y ejecutados,
sobre todo en el imperio de Oriente en el que mandaba Licinio. Eso le dio la
excusa a Constantino para comenzar la guerra contra su cuñado, en el año 324
marchó a Oriente y le venció en la batalla de Crisópolis. A pesar de su
promesa de respetar su vida, Licinio fue asesinado por Constantino.
Ahora todo el imperio le pertenecía y era importante que los
habitantes de Oriente y Occidente se sintieran igualmente romanos, unidos
por la misma lengua y la misma religión. ¿Pero qué religión elegir?
Él mismo pertenecía a la religión mitraica que adoraba al sol como
muchos militares porque esta religión exhortaba al valor, a la honradez y
al compañerismo, valores fundamentales para un soldado. Mitra era un dios
joven, austero y puro
El mitraismo era de origen persa y no tenía una doctrina escrita,
era la tradición oral la que la trasmitía. A ella sólo eran admitidos los
hombres y su acto principal era un banquete en el que se consumía pan y vino
como en la religión cristiana y también como en la cristiana había ritos y
misterios que no debían ser desvelados a los paganos. Tenían una trinidad de
dioses como ellos, existía un rito de iniciación muy semejante al
bautismo y eran ungidos en la frente. Creían que Mitra era un dios
salvador que daría su recompensa tras la muerte y que sus seguidores debían
llevar una vida ejemplar.
Su día festivo era el domingo, día del sol y no el sábado como los
judíos. El 25 de diciembre se consideraba el día del natalicio del sol (
solsticio de invierno) y festejado por su gran sacerdote que portaba los
tres símbolos sagrados: gorro frigio, vara y anillo mientras que los
obispos cristianos llevaban mitra, báculo y anillo, es decir,
prácticamente lo mismo.
Pero había algo en el cristianismo que le hacía superior al
mitraismo: admitían a las mujeres en su culto y los cristianos eran mucho
más numerosos, sobre todo en Oriente y él pensaba trasladar la capital
del imperio a Bizancio. Sería la Nueva Roma y se llamaría
Constantinopla en su honor, a fin de cuentas él había nacido en Naissus, ciudad
situada en los Balcanes a medio camino entre Europa y Asia. Además la nobleza
romana no le era muy propicia.
Por otra parte los mitráicos no superaban los 10.000 en todo el imperio
y en la parte oriental eran muy escasos. No ocurría lo mismo con los
cristianos, era una opción más segura apoyar al cristianismo,
esa opción afirmaría su masiva lealtad.
Así que cuando pensó en una religión común se decidió por el
cristianismo, a fin de cuentas era muy semejante a la suya propia (tanto que
siguió siendo mitráico hasta el final de sus días y sólo fue bautizado poco
antes de morir)
El cristianismo se había convertido en unos primitivos ritos
judíos mezclados con creencias helenísticas, lo que hacía que fuera bien
aceptado por mucha gente, Pablo de Tarso había predicado el cristianismo
a los gentiles y conseguido muchas conversiones, sus preceptos eran ampliamente
asumidos por todas las razas y culturas, ahora no era sólo una religión
judía.
Comenzó a preparar su conversión a la nueva religión pero su dignidad
como emperador no podía consentir que un hombre inferior a él le hubiera
iluminado: su nueva fe debía venir directamente de Dios, así que declaró que
antes de la batalla de Milvio, al mirar al sol, cosa que hacían los mitraicos
para pedir su protección, vio dibujarse en el cielo un cruz ( es decir, que vio
un destello del sol que le deslumbró) esto significaba que con la
protección del nuevo Dios ganaría la batalla, como así fue (y a lo
que también ayudó mucho el hecho de que Majencio tuviera un ejército muy reducido,
prácticamente su guardia pretoriana y poco más)
Después de la batalla mandó modificar los lábaros (estandartes) del
ejército romano que estaban coronados por el águila imperial para sustituirla
por el crismón, una X y una P, primeras letras de la palabra griega
Cristo como muestra de su respaldo a la nueva fe.
Pero no pudo sustraerse totalmente a los antiguos dioses: el arco de
Constantino construido en Roma para conmemorar su victoria, tiene
labrados en sus piedras los dioses paganos Apolo y Diana y también a Hércules,
pero no hay en él ninguna simbología cristiana.
Al cristianismo le habían surgido problemas, había en su seno
distintas corrientes encontradas y las refriegas entre los obispos eran
frecuentes y a veces violentas. Constantino, como emperador designado por Dios,
convocó el primer Concilio Ecuménico (universal) de Nicea en el 325 para
poner orden en “su” iglesia.
Constantino presidió el concilio ricamente vestido a la usanza persa,
con telas bordadas en oro y cubierto de joyas como
“Pontificex Máximus”, es decir, como el mayor representante de Dios en la
tierra, un título fue luego heredado por los papas de Roma.
Pero esta vez los cristianos no protestaron de aquel esplendor tan
contrario a la sencillez de la primitiva iglesia: de los 300 obispos asistentes
la mayoría eran griegos (sólo cinco no lo eran) y ya se sabía cuánto
amaban el lujo los griegos. Además Constantino se hizo cargo de los
gastos de comida, alojamiento y transporte de todos ellos. En este concilio se
condenaron las ideas de Arrio, presbítero de Alejandría que sostenía que Jesús
no tenía la misma condición divina del Padre sino que era inferior a él.
Atanasio, obispo de Alejandría opinaba sin embargo que Padre, Hijo y Espíritu Santo tenían la misma
condición divina y constituían la Santísima Trinidad. Arrio fue vencido, sus
ideas fueron consideradas sacrílegas y todos sus escritos quemados. Pero en el
fondo de su corazón Constantino pensaba como Arrio, de forma que la aplicación
de la sentencia fue muy benevolente y los arrianos siguieron existiendo dentro
del seno de la iglesia.
Se redactó el primer credo griego que contenía los dogmas de fe de la
doctrina cristiana. Hay que hacer constar que Constantino tenía unos muy pobres
conocimientos de teología, cosa que a nadie le importó mucho. “Doctores tenía
la iglesia ”para subsanarlo.
También se pusieron de acuerdo en declarar el 25 de diciembre Pascua o
festividad de la Navidad como día del nacimiento de Jesús, casualmente
para los mitraicos el solsticio de invierno era el día más importante del
año: el día del Sol Invictus.
Ya unos años antes una orden suya incitaba a cristianos y no cristianos
a considerar el domingo como “venerable día del sol “y de descanso para
todos y lo constituyó como primer día de la semana.
Ese día no se podía trabajar y talleres, mercados y oficinas estaban
cerrados, era la primera vez en la historia de la humanidad que se instituía un
día de descanso para los trabajadores y fue la iglesia católica la que lo
impuso.
Otra cosa que hizo este concilio fue elegir de entre los 270 evangelios
los que contuvieran la verdad El método fue, por lo menos, original: se
colocaron todos los evangelios bajo una mesa en una habitación cerrada
con llave y durante la noche Dios elegiría los verdaderos evangelios, el resto
serían quemados. A la mañana siguiente sólo cuatro evangelios estaban
sobre la mesa: los conocidos de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, el resto se
consideraron equivocados y fueron quemados Nunca se ha sabido quién
custodiaba la llave aquella memorable noche.
Los obispos también sufrieron cambios. Hasta entonces todos los obispos
eran igual de importantes, pero a partir de Nicea los obispos de Alejandría,
Roma y Jerusalén serían considerados superiores a los demás
obispos y se llamarían Patriarcas. Se justificaron en la importancia de
sus ciudades y en la antigüedad de su tradición cristiana.
¿ Y Constantinopla?
Pues desde luego que no tenía ninguna tradición cristiana
anterior, pero también tuvo su patriarca, no iba a ser menos que Roma,
Alejandría o Jerusalén. Ni qué decir tiene que las luchas entre los cuatro
patriarcados fueron frecuentes.
Un año después, en el 326, las ideas de Constantino se hicieron
muy poco tolerantes: mandó destruir las imágenes de los dioses paganos y en el
330 confiscó cuanto había en los ricos templos de Grecia. Estatuas, ornamentos
de oro y cuanto había en los templos paganos viajaron hasta oriente para
adornar la Nueva Roma que era Constantinopla.
Ahora fueron los cristianos los que persiguieron a los paganos,
derribaron sus templos y asesinaron a sus sacerdotes, el mismo Constantino
mandó destruir el templo de Esculapio de Aigeia y otros muchos templos. Pero
Constantino no podía llegar a separar del todo el paganismo del
cristianismo, las familias romanas paganas siguieron teniendo presencia en a
corte y cuando se “reinauguró” Constantinopla se puso una cruz sobre el
carro del sol que presidía la plaza del mercado.
Desde luego se prohibió la crucifixión por motivos obvios y se
sustituyó por la horca. Constantino favoreció el auge del cristianismo
construyendo iglesias por todo el imperio. San juan de Letrán en
Roma se erigió sobre un palacio que pertenecía a la guardia pretoriana de
su enemigo Majencio, también prohibió la magia y los sacrificios a los
dioses y concedió grandes ventajas fiscales a la iglesia cristiana.
Un año más tarde, en el 337 murió después de reinar 31 años,
antes de morir fue bautizado y curiosamente lo hizo un obispo arriano. Fue
enterrado en Constantinopla, su ciudad, en la iglesia de los Santos
Apóstoles, una pequeña iglesia con planta de cruz griega y
coronada por cinco cúpulas, en un sarcófago de pórfido colocado en el espacio
central y rodeado por las estatuas de los doce apóstoles.
Él fue llamado por la iglesia bizantina “el decimotercer apóstol”. El
mausoleo se hallaba en una colina cercana a las murallas, la
iglesia no se ha conservado, sólo tenemos la descripción que de ella hizo
Eusebio de Cesárea. La iglesia ortodoxa no tardó mucho en declararle santo,
lo mismo que a su madre Helena, pero la iglesia de Roma no le santificó,
lo de su bautizo por un arriano les escocía, además de que la iglesia
bizantina había recibido muchas más prebendas que la romana, cosa que
les escocía todavía más.
También el hecho de que hubiera asesinado a su cuñado, a su hijo y a su
segunda mujer pesaba en su historial. Aunque verdaderamente el hecho de
sorprender juntos en la cama a su hijo y a su madrastra fuera una injuria
difícil de perdonar aún siendo cristiano. Pero a pesar de todos los beneficios
otorgados a la religión cristiana, Constantino no la declaró
religión oficial, fue el emperador Teodosio el que lo hizo cuarenta y tres años
más tarde por el edicto de Tesalónica.
Teodosio era español y había nacido en Segovia, fue el último emperador
de todo el imperio romano, a su muerte el imperio romano se dividió
en Imperio de Oriente y de Occidente. Con el respaldo del poder oficial
la iglesia cristiana creció triunfalmente. El paganismo, en medio de
prohibiciones de culto incluso de forma privada y falta de apoyo económico y
expoliado de todos sus tesoros, se fue hundiendo lánguidamente en el
olvido.
ACTIVIDAD:
-
¿Cómo se da el triunfo del Cristianismo en el Imperio Romano?
AVERIGUAR SOBRE LA
VIDA DE CONSTANTINO
https://youtu.be/F_sFOqo7DN0 Vídeo sobre el Cristianismo
Tomado de: REVISTA DE HISTORIA
Autor: Níssim de Alonso para revistadehistoria.es
muy facil la guia ya la termine
ResponderBorrarHola una Pregunta este la pregunta n 2 se tiene que responder osea solo averiguar o solo responder y averiguar??
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