Grado 10, I.E.D. LA TOSCANA
Docente: Jairo
Arturo Infante Bonilla
Área: Ciencia
Política
Semana: del 31
de Mayo al 4 de Junio
Tema: La
Inflación
Aprende en Casa
Guía 6
LA
INFLACIÓN
La inflación es el
aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios en un
país durante un periodo de tiempo sostenido, normalmente un año. Cuando el
nivel general de precios sube, con cada unidad de moneda se adquieren menos
bienes y servicios.
Es decir, que la inflación refleja la disminución del
poder adquisitivo de la moneda: una pérdida del valor real del medio interno de intercambio y unidad
de medida de una economía.
CLASE DE INFLACIÓN:
Clasificación de la
inflación según su tasa de crecimiento
·
Inflación moderada: La inflación
moderada se refiere al incremento de forma lenta de los precios. Cuando los
precios son relativamente estables, las personas se fían de este, colocando su
dinero en cuentas de banco. Ya sea en cuentas corrientes o en depósitos de
ahorro de poco rendimiento porque esto les permitirá que su dinero valga tanto
como en un mes o dentro de un año. En sí, las personas están dispuestas a
comprometerse con su dinero en contratos a largo plazo, porque piensan que el
nivel de precios no se alejará lo suficiente del valor de un bien que puedan
vender o comprar.
·
Inflación galopante: La inflación
galopante sucede cuando los precios incrementan las tasas de dos o tres dígitos
de 30, 120 o 240 % en un plazo promedio de un año. Cuando se llega a
establecer la inflación galopante surgen grandes cambios económicos. Muchas
veces en los contratos se puede relacionar con un índice de precios o puede ser
también a una moneda extranjera, como por ejemplo el dólar. Dado que el dinero
pierde su valor de una manera muy rápida, las personas tratan de no tener más
de lo necesario; es decir, que mantienen la cantidad suficiente para vivir con
lo indispensable para el sustento de los integrantes familiares.
·
Hiperinflación: Es una inflación anormal en la
cual el índice de precios aumenta en un 50 % mensual, esto es, una
inflación anualizada de casi 13 000 %. Este tipo de inflación anuncia
que un país está viviendo una severa crisis económica; debido a que el dinero pierde
su valor, el poder adquisitivo (la capacidad de comprar bienes y servicios con
el dinero) disminuye rápidamente y la población busca gastar el dinero antes de
que pierda totalmente su valor; cuando una hiperinflación ocurre, se torna
imprescindible el incremento salarial en cuestión de días o inclusive
diariamente. Este tipo de inflación suele deberse a que los gobiernos financian
sus gastos con emisión de dinero inorgánico sin ningún tipo de control, o bien
porque no existe un buen sistema que regule los ingresos y egresos del Estado.
LA CANASTA
FAMILIAR Es un conjunto de bienes y servicios que son adquiridos de forma
habitual, para su sostenimiento, por una familia “típica” en cuanto a su
composición (número de integrantes) y con unas condiciones económicas medias.
El IPC Es el
Índice de Precios al Consumidor, se mide todos los meses y sirve para calcular
la inflación.
TENIENDO EN CUENTA LA INFORMACIÓN SUMINISTRADA, USTED
DEBE AMPLIARLA Y RESPONDER EN SU CUADERNO DE ECONOMÍA
1. Qué es la inflación?
2. Defina tipos de
inflación
3. Qué es la canasta familiar?
4. Cómo se mide el
IPC?
5. Dónde merca el DANE
6. En estos
momentos en que todo el mundo se encuentra en estado de aislamiento por causa
del COVID-19 y estamos consumiendo bienes y servicios, usted cree que es
posible que se dé algún tipo de inflación?
https://youtu.be/_DpyCXNiY7E
Vídeo sobre la Inflación
https://youtu.be/v_IWTJa9FEY
Vídeo sobre la importancia de controlar la Inflación
Tomado de: Isabelperea533@gmail.com
Última actualización: 05:17 /
Miércoles, 30 Septiembre 2020
EL DEBATE DE LA INFLACION: ¿Qué CABE ESPERAR EN UNA
ECONOMÍA QUE EMERGE DE LA PANDEMÍA?
·
Ariel Bezalel: "En la zona Euro, un 60% de las economías está
experimentando deflación. De media, si se examina la situación de las economías
desarrolladas, la inflación se sitúa en niveles cercanos al 0%"
·
Mark Richards:"Los bancos centrales están abandonando los objetivos
de inflación fijados hace 30 o 40 años, admitiendo que no son capaces de
modelar la inflación"
·
Chi Kit Chai: "Existen dos fuerzas opuestas en juego. Por un lado,
están las políticas monetarias y fiscales de relajamiento que han sido
implementadas para contrarrestar el efecto de la pandemia. Por el otro, también
está el proceso de desglobalización que está experimentando la economía"
·
Ned Naylor-Leyland: "La deflación existe en la esfera monetaria. Es
el resultado de unos 40 años de políticas monetarias acomodaticias que, a su
vez, han creado problemas estructurales en los mercados financieros, y más
concretamente en el mercado de deuda corporativa"
En los meses de septiembre, octubre y
noviembre, Jupiter Asset Management organiza su primer evento
virtual, “The Big Picture Series”. Se trata de un conjunto de
conferencias en las que la gestora reúne a expertos de varias disciplinas de
inversión para discutir sobre temas de actualidad financiera.
Inaugurando la serie, la primera conferencia contó
con la presencia de Andrew Formica, CEO de la gestora, quien
reflexionó sobre los efectos de la disrupción creada por la pandemia a una
escala que no había sido experimentada con anterioridad a nivel global y habló
sobre su creencia en “el poder de las mentes activas” para enfrentar los
desafíos de unos mercados que se encuentran en un momento irracional.
A continuación, Richard Buxton,
director de la estrategia UK Alpha y ex-CEO de Merian
Global Investors, y Edward Bonham Carter, vicepresidente de
Jupiter Asset Management, charlaron sobre el proceso de unificación de ambas
firmas y de los posibles vientos en contra en los mercados: las elecciones
presidenciales en Estados Unidos, la falta de acuerdo en el Brexit y las implicaciones
de la crisis del coronavirus.
Después, en el panel de discusión, Katharine Dryer, directora
adjunta de inversiones, ejerció como moderadora en un debate que trató sobre la
inflación en un mundo que todavía está emergiendo de la pandemia. El debate
contó con la presencia de Ariel Bezalel, gestor de fondos y
director de estrategia del equipo de renta fija de Jupiter AM, Mark
Richards, estratega del equipo de Multiactivos, Chi Kit Chai,
responsable de mercados de capitales y CIO de Ping An Asset Management,
con sede en Hong Kong, y Ned Naylor-Leyland, gestor de fondos y
responsable del equipo Gold & Silver.
En respuesta a la crisis provocada por la pandemia,
los bancos centrales y los gobiernos han dado un fuerte giro en sus políticas
con una nueva ola de medidas acomodaticias. Mientras los mercados se adaptan a
estas nuevas condiciones, el debate se centra en si se dará un entorno
inflacionario o deflacionario. Comenzando la ronda de respuestas, Ariel
Bezalel, repasó la evolución de la inflación en las últimas décadas, y
argumentó que, en su opinión, existe una deflación estructural.
“En los años 80, los bancos centrales, liderados
por las acciones de Paul Volcker como presidente de la Reserva Federal de
Estados Unidos, centraron sus esfuerzos en la lucha contra la inflación.
Después, la década de los años 90 se caracterizó por ser un periodo de
inflación moderada. Mientras que, en la actualidad, la deflación o la
desinflación parecen estar gradualmente envolviendo al mundo. En realidad, se
trata realmente de una preocupación creciente para los principales bancos
centrales. Durante la última década, hemos estado un entorno deflacionario que
se ha visto expresado en nuestras carteras con una ponderación alta en los
títulos de media y larga duración emitidos por algunos de los emisores
soberanos con calificación AAA”, explicó el gestor.
“En la zona Euro, un 60% de las economías está
experimentando deflación. De media, si se examina la situación de las economías
desarrolladas, la inflación se sitúa en niveles cercanos al 0%. Mientras que,
en los mercados emergentes, donde tradicionalmente se han experimentado unos
niveles de inflación más elevados, se ha visto como los niveles de inflación
disminuían, hasta alcanzar en promedio una inflación del 2%, medida año a año”,
añadió.
Según apunta Ariel Bezalel, gran parte de las tesis
sobre la deflación se fundamentan sobre el precio de la mano de obra a nivel
global. En un mundo con un aumento masivo de la deuda, un envejecimiento de la
población, una enorme disrupción por parte de la tecnología y de la
globalización, la incorporación de la mano de obra más barata de las economías
emergentes a la economía global ha sido clave en el aumento de las presiones
deflacionarias.
Otro factor que también se ha visto durante las
últimas décadas, es como el capital ha ganado una parte cada vez más grande del
pastel frente a la capacidad de negociación de la fuerza laboral. Desde que
comenzó la pandemia, algunas de estas tendencias se han acelerado- en concreto
la creación de más deuda para tratar de rescatar la economía global-. Pero,
para Bezalel, la preocupación no es tanto el aumento de la deuda como la
utilidad de ésta. El gestor recalcó que, durante este año, una gran parte del
incremento de los déficit fiscales se ha dedicado a rescatar al sector
corporativo y a mantener a las personas que perdieron sus empleos. Una deuda
improductiva que no ha supuesto un avance en inversión en infraestructura.
Por su parte, Mark Richards, mantuvo
una visión ligeramente distinta, con un escenario algo más inflacionario. El
estratega del equipo de Multiactivos de Jupiter AM mantiene que algunas de las
fuerzas estructurales de las últimas décadas han marcado una tendencia, pero
que, por primera vez, en los últimos 30 o 40 años se puede ver una narrativa
coherente sobre la inflación basada en una mayor tendencia de las economías
hacia la desglobalización.
A finales de la década de los 90 y principios de
los 2000, el impacto de la entrada de la fuerza laboral de China en la escena
económica global incrementó la oferta mundial laboral. Sin embargo, en la
actualidad, se estaría viviendo un proceso a la inversa, que se concreta en las
tensión en las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China. El modo en
el que la era post COVID se está dirigiendo hacia una desglobalización de la
economía explicaría un posible incremento en la inflación. Una mayor cantidad
de dinero debe ser empleada en redirigir las cadenas de suministros,
representando un mayor coste para el sistema.
Además, se debe tener en cuenta que, a nivel
global, las políticas monetarias están dando paso a las políticas fiscales.
Durante la última década, la política monetaria de los principales bancos
centrales ha sido expansiva. Ahora, por primera vez en mucho tiempo, tanto la
política fiscal como la monetaria se están moviendo en la misma dirección.
Según Richards, la principal diferencia en la respuesta de las autoridades a
esta crisis frente a las anteriores es que la liquidez que está fluyendo en el
sistema está yendo a aquellas partes que tienen una menor propensión al
consumo, por lo que el argumento de la velocidad del dinero comienza a ser más
convincente.
Los bancos centrales están abandonando los
objetivos de inflación fijados hace 30 o 40 años, admitiendo que no son capaces
de modelar la inflación. En vez de proyectar una inflación a futuro, los bancos
centrales deciden esperar y mantener los tipos de interés en niveles cercanos a
cero por más tiempo. Este ángulo en política monetaria, junto con las
expectativas, son los elementos por los que Richards defiende un escenario
económico inflacionario.
Sin embargo, en la opinión de Chi Kit Chai,
existen dos fuerzas opuestas en juego. Por un lado, están las políticas
monetarias y fiscales de relajamiento que han sido implementadas para
contrarrestar el efecto de la pandemia. Por el otro, también está el proceso de
desglobalización que está experimentando la economía.
En las últimas décadas, la globalización ha
mantenido los precios de los productos comercializables bajos y también ha
representado una fuente de fuerza laboral barata. En este momento, con las
tensiones creadas por Estados Unidos y China, también podría darse una
disrupción en las cadenas de suministro, y una potencial reubicación de éstas,
contribuyendo a la presión inflacionaria. Además, recientemente, la Reserva
Federal ha señalado su intención de tolerar unos mayores niveles de precios al
modificar su objetivo de inflación.
A juicio de Chi Kit Chai, probablemente nos
encontremos ante el final de un ciclo desinflacionario de varias décadas, pero
también existen presiones deflacionarias ejercidas por la pandemia y la
recesión económica. Por el momento, se desconoce si la pandemia está
controlada, si se sufrirán nuevas oleadas o si la vacuna llegará pronto. Por
ello, la incertidumbre en los mercados es elevada. Las fuerzas deflacionarias
siguen siendo fuertes porque, aunque los gobiernos hayan actuado contra la
pérdida de ingresos de los sectores más afectados, el gasto del consumidor no
se ha recuperado.
El entorno de tipos de interés cercanos a cero
también tiene sus implicaciones en los mercados financieros. Según Chi Kit
Chai, nos encontramos en un entorno de alta volatilidad y bajo rendimiento en
el que la deuda ha perdido su papel tradicional de generación de rentas y de
diversificación en las carteras.
La correlación negativa entre la renta variable y
la renta fija se rompe cuando los tipos de interés se aproximan a cero. En
consecuencia, el perfil riesgo recompensa se vuelve asimétrico: mientras que la
parte alcista se ve limitada, la caída puede ser significativa si los tipos de
interés suben. Esto crea muchos desafíos para los inversores, por ello, no solo
deberían tener en cuenta la inflación, sino todo este entorno de tipos de
interés cercanos a cero.
En una línea de pensamiento similar, Ned
Naylor-Leyland, señaló que, desde su perspectiva, el mercado está expuesto
tanto a presiones inflacionarias como deflacionarias y que ambas van a
persistir en el tiempo.
Según el responsable del equipo Gold & Silver,
la deflación existe en la esfera monetaria. Es el resultado de unos 40 años de
políticas monetarias acomodaticias que, a su vez, han creado problemas
estructurales en los mercados financieros, y más concretamente en el mercado de
deuda corporativa, donde existe un exceso de oferta que no va a desaparecer
pronto.
Pero, Naylor-Leyland también desafía la percepción
de que el coste de la vida no ha subido. La evidencia de que existe una
corriente inflacionaria se puede ver en los precios de los productos
alimenticios, en especial, desde que la pandemia comenzó.
“La inflación solía ser una medida del coste de la
vida y de la capacidad de poder mantener un estándar constante en el nivel de
vida. Pero los ajustes en las medidas oficiales de inflación significan que, a
nivel del consumidor, la inflación ha estado aumentando de manera descontrolada,
no reconocida por los responsables políticos, y eso ha contribuido al aumento
del populismo”, comentó.
Desde
un punto convencional del mercado, dijo Ned Naylor-Leyland, existen clases
de activos individuales a partir de las cuales se pueden conseguir
rendimientos, con independencia del tipo de entorno de inflación. Para el
gestor, se puede generar rendimientos en una clase de activo individual tomando
posiciones prácticamente contrarias dependiendo del área en la que el inversor
se esté enfocando.
Jupiter asset Management
Tomado de: FUNDS
SOCIETY
Última actualización: 05:17 / Miércoles, 30 Septiembre 2020
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